29 septiembre, 2006

Matar al padre

Más reflexiones metablógicas, en unilateral contrapunto,
inspiradas por la involuntaria dupla Hargén-Soler

Cuando nació el cine, muchos decían que no era más que un divertimento para iletrados que no sería nunca capaz de vehiculizar las altas aspiraciones del espíritu. Por suerte, hubo gente que hacía cine que logró dejar de sentir culpa o sentimiento de inferioridad ante las artes "nobles" en las que buscaban razón: la literatura, el teatro, las artes plásticas. Se dieron el lujo de aceptar su herencia de circo y de vodevil, aprendieron lo que les servía aprender y hubo cine.

¿Es productivo dejarse arrastrar por el prestigio malicioso de las artes burguesas? Está claro que el blog no es literatura, por lo menos no en el sentido que conviene al mito del Autor, al concepto de Fama, a la apropiación privada de riqueza social y al negocio de las editoriales y su star system (y eso estaría por verse, contrapruebas no faltan).

Pero, qué tanto: hagamos, si nos va deseo en eso, el blogging más honesto y mejor que seamos capaces.

Y que sean blogs.

9 comentarios:

Miguel P. Soler dijo...

Entiendo tu punto, Pablo. Dejando de lado que son universos narrativos diferentes, con su propias leyes y unidades de sentido, aún prefiero una buena novela que a una excitante película. Considero a la primera superior a la segunda, en sus posibilidades, en sus recovecos, en su multiplicidad. A veces, estas comparaciones minimizan los limites tecnológicos que conllevan y que son, a mi parecer, determinantes. Pero bueno, es sólo una opinión. El blog hay que seguirlo experimentando. Y en algún momento, cuando no pueda dar más de sí, será descartado en procura de un nuevo medio que permita expresar tu creatividad.

Saludos.-

Miguel.-

Miguel P. Soler dijo...

Me faltó algo.

Me gusta el título y la carátula de tu blog.

Unknown dijo...

El blos da pa todo, hay bueno, malo, lindo feo, el cine también da pa todo, la literatura da pa todo, o sea que dale que va, no?

Anónimo dijo...

Hola Acteon! Bueno, gracias por la "posdata", me alegra que te gusten. No quisiera que la cosa quede como una oposición maniquea entre un punto de vista tuyo y uno mío: a mí también me gusta "en general" más la literatura que el cine, quiero decir, estoy más predispuesto a consumir y hallar gozo en la lectura que en la cinevisión, pero hay películas que me han llevado a estados de espíritu donde no me ha llevado ninguna novela. Creo que cada medio soporte tecnica supone no sólo posibilidades específicas del lado del productor sino modos de consumo peculiares y creo sinceramente en las virtudes de la diversificación. Lo que trato de evitar también es la categorización en "artes menores" y "artes mayores", una ideología de ránking en materia de bienes culturales.

Ary: gracias por comentar, un gusto. Claro que da para todo. Y ahí vamos...

Tino Hargén dijo...

Impecable tu post Pablo, estoy de acuerdo en todo lo que plantea de modo tan quirúrgico y claro, yendo al hueso. No creo que haya artes "superiores", porque en definitiva estamos hablando de medios de expresión. Cada uno tiene su universo de posibilidades y mil formas de conmovernos o modificarnos o involucrarnos. A la palabra esrita a priori la presiento si como la más "íntima", junto a la música, tanto para crearla como para recrearla.

Anónimo dijo...

Tino, ¡que alegría tu comentario acá! Quería poner un comentario allá en Hargentina y no encontraba el modo. Me preguntaba si podíamos vencer ese vértigo, esa vertiginosidad blogal, que denunciás en tu post, volviendo a una cadena aparentemente "enfriada" de comments. Te agradezco lo que decís del post. Y permitime, ya que sos arquitecto, decir que un arte que crea lugares para que la gente viva, como ese que ejercés, no es precisamente un arte no-íntimo: la gente se mete en la obra, se la apropia y la usa. Si eso no es intimidad no sé qué es. Es cierto que la arquitectura crea mausoleos también. Hay gente que crea mausoleos de palabras, fríos y ajenos como aquellos edificios que nos dedicamos a cuestionar a partir un post tuyo de hace un tiempo, ¿te acordás?

Quizás sea cuestión de actitud o de suerte: me acuerdo de un "paper" fundacional del movimiento del soft libre, La Catedral y el Bazar, donde su autor planteaba la oposición entre el modelo de la Catedral, acabada, monumental y divinizante, y el bazar, caótico, "en marcha", inclusivo. Algo talla en este debate esa oposición, algo aporta...

Está claro que este blog se llama "catedral" irónicamente...

Un abrazo.

Tino Hargén dijo...

Pablo, contá conmigo para romper todas las cadenas de frío de cualquier sistema de comments!

En esto hay mucha infuencia del soporte específico que se podrían superar, una es esa ventana o pop-up, yo preferiría que los comments se vieran siempre a continuación del post como cuando en blogger se abre el post desde su enlace individual.

Lo de “íntimo” salió así de una, y no es muy preciso, me refiero a la escala de la relación que se establece entre el medio de expresión y el autor o el lector. Un edificio puede apropiarse muy intimamente, pero por su status fisico no deja de permanecer lejano y onmipotente, imposibilita un tipo de relación. Lo mismo el cine, no se puede guardar la película en una mesita de luz y acariciar cada página, o pasarle el lápiz al párrafo. Son medios que se escapan un poco a la escala de la intimidad.Algo de eso era.

Como no em canso de decir siempre, esto da para más -artes menores, mayores - y no te extrañe que aparezcan más posts míos rodando por ahí...

Anónimo dijo...

Jajaja!!! Bueno, Tino, ¿no me siento un desubicado si mando un comment extemporáneo en Hargentina?

Allá voy a leer La Blogueridad II y seguimos allá...

Tino Hargén dijo...

mande m´hijo, mande.