31 mayo, 2007

Breve introducción a la apreciación musical: la anacrusa

por el Profesor Arturo Sandoval

Estimado señor Pablo:

He notado que su distinguida audiencia, no obstante la amplia cultura que a todas luces evidencia, coincide en mencionar desconocimiento de una noción musical utilizada por usted en un reciente escrito. Atento a la difusión de los altos valores del arte y deseoso de ofrecer herramientas que refinen y profundicen su disfrute, someto a su consideración el siguiente resumen que puede, si así lo desease, compartir con su sin dudas siempre curioso público.

Para comprender qué sería una anacrusa, podemos, con el señor Puck, partir de la definición del diccionario. No he dejado de notar que usted objeta la definición de "anacrusa" ofrecida por el decano diccionario de la Real Academia Española, que reza:

"anacrusa.

(Del fr. anacruse, y este del gr. ἀνάκρουσις, retroceso).

1. f. Mús. Nota o grupo de notas débiles que preceden al tiempo fuerte de la melodía."


Usted afirmó en el comentario con que responde al del señor Puck que esta definición sugiere que la tal anacrusa no sería parte integrante de la totalidad musical a la que, según la misma definición, precede. Permítame señalar que la definición no dice nada acerca de la totalidad musical, sino que se refiere a lo que "precede al tiempo fuerte".

Para avanzar en la comprensión, propongo apelar a una definición por ostención y utilizar como ejemplo el mismo tema musical que usted incluyó en su escrito, "Estallando desde el océano", del grupo de rock pesado argentino Sumo.

Es menester que quien esté interesado en esta explicación, se sirva acompañar con una mano cada uno de los sonidos producidos por la percusión electrónica apreciable desde el mismo inicio de la obra. Me refiero a los sonidos "pum - paf - pum - paf - pum - paf".

Estos sonidos corresponden a los que se denominan "acentos" o "tiempos fuertes" del compás y establecen el "pulso" de la obra. Es característico de la música de rock, en un rasgo heredado del blues, considerar "tiempos fuertes" al segundo y al cuarto acentos de cada grupo de cuatro, en este caso, cada "paf". Sin embargo, esta caracterización desestima el hecho de que, en la música de rock, los cuatro tiempos del compás son tiempos fuertes, observándose sutiles matices de acuerdo con géneros y estilos, mientras que sólo podrían considerarse tiempos débiles propiamente dichos a las notas entre ellos, denominadas "subdivisiones".

También es menester notar que la noción de tiempo fuerte es completamente relativa, puesto que cada "paf" en esta canción está más acentuado que cada "pum", los que a su vez, son más fuertes que las subdivisiones. Podemos retener la idea de que una definición convencional del jazz, por ejemplo, afirma que ese género supone un ritmo caracterizado por la "síncopa" o alteración de la relación natural de intensidad entre los tiempos fuertes y débiles, es decir, la acentuación de lo que por naturaleza sería débil y la atenuación de lo que por naturaleza sería fuerte. No hay que ser antropólogo cultural para advertir el esencialismo y etnocentrismo de esta definición e imaginar una caracterización simétrica de la música occidental tradicional: "música cuyo ritmo se caracteriza por la alteración de la relación natural de intensidad entre los tiempos fuertes y débiles", donde, desde el punto de vista de un jazzman, lo antinatural sería acentuar primer y tercer tiempo en lugar de segundo y cuarto.

Pero volviendo a nuestro objetivo, que era ofrecer a su público una explicación de la noción de "anacrusa", y habiendo notado en "Estallando desde el océano" los tiempos fuertes, detengámonos un momento en la frase musical que es coextensiva con la frase lingüística "She had my head on a planet". Sin dudas, tanto lingüística como musilcalmente, tal frase es una unidad. Sin embargo, el escucha atento podrá notar que el "acento" de la frase, el tiempo fuerte, corresponde al sonido de la palabra "head". Si el escucha ha seguido los sonidos emitidos por la sección percusiva, advertirá que "head" coincide con un "pum", esto es, el primer tiempo de un compás.

Arribando por fin al tratamiento de nuestro objeto, podemos señalar que la partícula "She had my" es cantada en el espacio que va desde un "cha" y el "pum" siguiente. Es decir, se trata de un conjunto de "notas débiles que preceden" un pum.

He ahí una anacrusa.

Que usted haya seleccionado para acompañar su texto, en el cual es central la noción de anacrusa, una canción cuya melodía empieza, precisamente, en anacrusa, me resulta un recurso muy sutil. Tan sutil que tiendo a pensar que se inscribe en el dominio de la más absoluta casualidad.

No obstante ello, resulta un oportuno caso para utilizar como ejemplo. Como puede notar el atento escucha, definir a la anacrusa como algo distinto de lo que la sigue, como, según usted, impresión que no comparto, haría el DRAE, sería desestimar la relación de continuidad, el hecho de que la partícula ejecutada "en anacrusa" integra de pleno de derecho la frase musical en que se emplea, constituyendo con ella una totalidad.

Sea como fuere, lo propio de la anacrusa es crear en el escucha la necesidad de "resolución", una tensión que anticipa, prepara y requiere la ejecución de "algo" subsiguiente. Curiosamente, algo puede muy bien ser nada, o silencio.

Espero, señor Pablo, que este breve escrito le resulte útil y decida compartirlo con sus lectores. Desde ya, le agradezco la amable atención que le pudiera dispensar y lo saludo muy atentamente.

Prof. Arturo Sandoval.

N. del E., nota biográfica: el profesor Arturo Sandoval es argentino y profesor, puesto que profesa, como puede notarse. Ha colaborado con este blogger cuando todavía escribía "Glosa". La curiosa homonimia que lo relaciona con otro Arturo Sandoval ha tenido en él el único efecto de llevarlo a despreciar en bloque a la totalidad del jazz afrocubano.


30 mayo, 2007

...cerca de la puerta de Tanhäuser

En Mundo Marino, con mi hijo, hace meses. Es el espectáculo de la orca. Anuncian la prueba central, el momento que todos fuimos a ver. El bicho va a pegar un salto de más de cuatro metros y va a sacar todo su cuerpo fuera del agua. Recibe la orden (y mi niño me agarra fuerte el brazo). Se sumerge. No sabemos qué profundidad tiene la pileta, pero la voz que habita los parlantes aclara que el animal debe hundirse todo lo posible. Tarda en volver a salir. De pronto, una onda enorme se despliega sobre la superficie, desde el centro, algo descomunal mueve la masa líquida hacia afuera y hacia arriba. Se abre un vacío bíblico en medio del agua mientras los márgenes se elevan hasta desbordar. Entonces, la orca cumple su número, aparece y se descubre, toca con la nariz la bola-señuelo que le han colgado sobre el estanque y vuelve a caer, estallando la superficie. La tribuna aplaude (a rabiar, como se dice).

La pobre orca es impactante, sí. Mi niño y yo nos abrazamos, sobrecogidos.

Pero esa anacrusa que anticipa el salto, ese momento en que el agua se perturba con violencia, manifestación visible del esfuerzo y del impulso, es una de las imágenes de potencia no humana más vívidas que he presenciado.

Otra, es la del mar hechando espuma por la boca, justo antes de un temporal, mientras se acumula el viento. Ahora que lo pienso, dos anacrusas.

Listo, lo he narrado. ¿Y? Algunas de esas pueriles imágenes que, ya saben, se perderán en el tiempo como blah, blah, blah...

Get this widget | Share | Track details

23 mayo, 2007

All that Jazz...

Dígase: cuando ando con ganas de descubrir música, uno de los lugares adonde voy a revolver es entre los posts de Julieta, en Vacío. Esta vez, me encuentro con este franchute que le da al pianito parece que desde que era así de chiquitito, meta jazz y música clásica, y, en la posición 5 de la lista de temas, noto una canción de título Black Dog. Me pregunto: "¿será?", y cuando le llega el turno ahí está, inconfundible, poderoso, a mero piano, ese riff, lo parió qué riff.

Get this widget | Share | Track details

Y un tratamiento armónico que descubre lo que de rotoso y cabrón tiene la guitarra de Page, lo cascado de la voz de Plant. Después viene el clásico delirio jazzero sobre una que sepamos todos. Pero ahí está ese esfuerzo...

Se me antoja fijarme en que ese tratamiento armonizado de la melodía, donde suenan varias voces, descubre algo que es de naturaleza yo diría tímbrica en la versión a una sola voz de Plant. Algo que Plant logra con una única fuente de sonido, con un instrumento monofónico, este tipo busca capturarlo con un instrumento polifónico de caracteres tímbricos completamente distintos.

Un esfuerzo, un experimento. Y pienso que en la idea musical de "versión" hay algo que me gusta y es que ante estos esfuerzos puede suspenderse toda pretensión de exégesis. En otro ámbitos, la tentación exegética suele parecerme mayor, suele ser más insoslayable la sospecha de que quien aborda de nuevo un tema tratado por otro, lo hace con la pretensión, explícita o no, de dar con el "verdadero" sentido, de dar con lo que tal o cual verdaderamente quiso decir.

En la música, especialmente en el jazz (y trato de retomar algún aspecto de lo que no acerté a tratar en este post), no hay lugar para preguntarse por la versión "verdadera". Podemos hablar de la que nos gusta más o de la que no nos gusta para nada, de la más conocida, de la fundante de tal o cual cosa, de la que marca un hito, incluso de la "original" o cronológicamente primera, pero preguntarse por la "verdadera" carece de sentido.

Cuando escucho a un músico versionar, me gusta pensar que se propone algo así como exponernos lo que él escucha en aquellos otros sonidos. Este franchute escuchó Zeppelin de chiquito y un día, cuando se sentó a un piano, dijo: "yo, a Zep, lo escucho así" (y escribo esto y me acuerdo de este post de Vero).

Nunca faltarán fundamentalistas y metafísicos que dirán que lo que ese tipo hace es un sacrilegio, que la Palabra ya fue pronunciada por Led Zeppelin y que cualquier otra cosa merece el fuego: "si esos libros hablan de Alá, repiten el Corán, por lo tanto, nada se pierde si los quemo; si no hablan de Alá, son heréticos y nada se pierde si los quemo", dicen que argumentó el sheik o califa o no me acuerdo qué que mandó quemar la biblioteca de Alejandría.

La Palabra o las palabras.

03 mayo, 2007

Digamos:

"Toda luz es un claroscuro. Todo abrigo, un escalofrío..."

...un zonzo aforismo con el que conjurar las ilusiones ampulosas, las certezas insostenibles, las afirmaciones categóricas que crea el verbo "ser".