22 noviembre, 2007

Abominables (como los espejos)

"...éramos los monstruos
conversando en terrazas
bajo la luna..."
Rain, Glassier, Cyborgs y Zines


...bajo su luz plateada que a duras penas esquiva las nubes (difuso marco de jazmines, brillo insólito de gardenias). Las barandas, mi amor, el parapeto, la escalera. Y tus dos bocas y tus varias lenguas y mis tres brazos y tus folículos ovarios y el silencio que sobrevino. El beso arrebato, mordedura (el silencio que sobrevino, los mudos relámpagos). Mi sexo inmenso, tu vagina profunda, nuestros cuerpos gigantes, cavernosos, cavernarios. La monstruosa masa de carne que nos ha tocado, mi amor, garchando, licántropos bajo la luna (aullando), en las terrazas, las gardenias sacudidas por el viento. Y tu orgasmo y la tormenta que vela las estrellas y el salto enorme surtidor y semen cáustico y tu vientre temblando como el mundo (el viento, los truenos, claro) y la lágrima de vida que ahí comienza (en la lluvia), la nueva bestia que creamos, pedazos uno de otro, queriendo o no, masa de células de fragmentación, y el hincharse de tu abdomen y los demasiados dolores del parto.

Sólo éramos monstruos, en las terrazas, bajo la luna.

11 comentarios:

Vero dijo...

Me dejó cimbreando. Qué belleza.

Anónimo dijo...

muy bueno, sí.

Anónimo dijo...

Cuerpos monstruosos porque son bellos en sus soledades...(Pablo, tu lirismo conmovería a un monstruo, a un monstruo enamorado).

Un gran salute mediando espejos que giran, y aire.

inx dijo...

Qué mostro!

Anónimo dijo...

Vero: me fui al diccionario a ver qué más puede caber en "cimbrear" aparte de lo que yo sé, y te agradezco la elección de ese verbo :-)

Gracias, Carlos.

Rain: ¿no son acaso las historias de monstruos historias de amor? Gracias.

Abrazos, Inx...

Luc dijo...

Licántropos garchando. Ni a Laiseca se le hubiera ocurrido esa.

Yo diría que es al revés, las historias de amor son monstruosas.
¿O es lo mismo?

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Veo con enorme placer que hice doblete en el embudo. El vayasaber que tango son varios, pero el de milagrosa musiquita es "Tú" de José María Contursi

Anónimo dijo...

A la pelota, Luc, y eso que a la imaginación de Laiseca no hay con qué darle. Y sí, las historias de monstruos son historias de amor, las historias de amor suelen ser monstruosas y, no atino ahora a elaborar por qué, pero me parece que no, que no es lo mismo. Gracias por la información tangológica.

Reina dijo...

pablo, pocas hay con formas más monstruosas que el amor. Cimbreando sí es una buena elección. hermoso

Anónimo dijo...

Si la monstruosidad tiene que ver con hipertrofias, atrofias, desmesuras, deformidades, engendros, excesos, voracidades y arrebatos, dicho así, parece, no sé, que monstruosidad y amor devienen casi sinónimos.

En todo caso, pareciera que así nos gustaría que fuera ;-)

Gracias, Daniela, un beso.

ema déborah finzi dijo...

Desde una calle desconocida llegué hasta acá: otra calle con muchas hormigas y pedacitos de hojas muy verdes y otros materiales diminutos (alas, cascaritas, migas, trocitos de sal) desperdigados por todas partes. Celebro haber leído este texto con título borgeano; celebro, por lo tanto, que lo hayas escrito.
ema

Anónimo dijo...

Hola, Ema, gracias! Yo suelo merodear por tu calle, nos vemos...