08 diciembre, 2010

No dejéis a los niños jugar en la selva

"Hicimos un descubrimiento increíble
Una selva en el cuarto de nuestro hijo.
Con el verde, aparecieron las criaturas más exóticas.
Escuchamos chillidos, aullidos, rugidos..."*


Nos asustamos.

Una enmarañada foresta nos cerraba el paso. Debimos cortar lianas y raíces. Nos hundimos hasta los tobillos en el sustrato vegetal en descomposición. Serpientes e insectos corrían a nuestro paso. No todos escapando. Cientos de hormigas mordieron los pies de mi mujer. No pude evitar el shock anafiláctico. Tuve que dejarla y seguir. Enjambres de mosquitos llenaban los intersticios, mordían mis manos, atacaban mis ojos. Ojos. Pequeños y sagaces me escrutaban desde la fronda. Respiraciones, cuerpos que se deslizaban a mis flancos, volúmenes que no alcanzaban para quebrar las ramas. Finalmente hallé a mi hijo. No era sino un pegote de carne roída por las musarañas (reconocí su calzado).

En el perenne rocío de la selva, mis lágrimas son insignificantes. Tengo la boca seca, ya arde mi cuerpo por la fiebre. Debe ser malaria.



* Nueva campaña de Pinturas Alba ( o de por qué no trabajo de creativo publicitario).

7 comentarios:

carlos dijo...

quiroga nos roe por las noches

Pablo dijo...

Uau!!! No había pensado ni un poquito en que me estaba metiendo en territorio de Quiroga. Pero ahora que lo decís, entiendo que los golpes que escuché en la mesa era su espíritu manifestándose...

Vicky dijo...

Me recuerda el colonialismo británico en la selva Amazónica. Pero concuerdo con el anterior comentario... Quiroga y su decálogo de un cuentista sale a relucir.

"pero la amo, en contra de mi buen sentido"
Werner Herzog

Pablo dijo...

Quedó picando la cita de Herzog. No sé a qué corresponde y por qué viene a cuento hablando de selvas y poéticas. Activaste mi curiosidad...

Pablo dijo...

Salí corriendo a ver... y lo encontré. Gracias Vicky:

"Viendo de cerca lo que nos rodea se nota cierta armonía, es la armonía de la abrumadora muerte colectiva, y nosotros, en comparación con la vileza y obscenidad articulada de esta selva, en comparación con esa enorme articulación, nosotros sonamos como media frase mal pronunciada sacada de una estúpida novela suburbana, de una novela barata. Debemos volvernos humildes frente a esta abrumadora miseria, esta abrumadora fornicación, esta abrumadora vegetación, esta abrumadora falta de orden; hasta las estrellas que hay aquí en el cielo parecen un lío (?) Pero cuando digo esto lo digo lleno de admiración por la selva, no porque la odie; la amo, la amo muchísimo, pero la amo en contra de mi buen juicio"

zoosk dijo...

Felicitaciones por el relato. Muy ameno y cargado de emociones.

Pablo dijo...

Puta, cuánto robot suelto...