Kaminer sostenía una estimulante idea respecto a la soledad: "Nos hacen mover la patita con aquello del aislamiento rezumando desde lo más ostensible de la, perdón, era de las comunicaciones. Clavá el talón por un momento y pensá que pudieras escribirle una carta a cada una de las personas que tenés cerca y te importan en alguna medida. Quiero decir una carta no trivial, una carta de intención y sincera; quiero decir una carta en el sentido decimonónico con el soporte que prefieras entre todos los disponibles hoy día: un par de hojas manuscritas, un email, una llamada telefónica o lo que sea... Fijate, en primer lugar, que muy bien podrías descolgarte con un despropósito así aunque no fuera más que como una provocación caprichosa. Pero decime además, Rabens, de verdad, decime si te darían las ganas y tendrías el resto necesario, decime sobre todo si sabrías qué decirle a cada uno."
Puck, Un ejercicio, Zona Tomada, noviembre de 2008.
2 comentarios:
Yo pude. Bah, creo que sí.
Salú
Inch Allah, Luc...
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