(y dejando claro el concepto de rima consonante)
Reptiles y anfibios, clasificación
Yo soy un anfibio,
y siento gran alivio,
sobre el piso tibio,
en lo de Tito Livio.
Yo soy un anuro,
y no tengo un duro,
vivo sin apuro:
me cuelgo del muro.
Soy el urodelo:
no tengo ni un pelo
ruedo por el suelo
de lo de mi abuelo.
Entre los reptiles,
los hay muy febriles,
suman mil abriles,
fuman en narguiles.
Yo soy un quelonio.
Me llamo Polonio.
Vivo en San Antonio.
Me gusta el otoño.
Este es un ofidio,
raro bicho libio,
busca el piso tibio
junto a los anfibios.
Y ese es crocodílido.
Es un poco tímido
y se pone lívido
si lo buscan vívido.
Y con rincocéfalo,
busco por mi encéfalo
sólo encuentro "acéfalo",
"macro" o "microcéfalo".
Y nos queda un saurio
de corto anecdotario;
juega en un armario
y se siente otario.
(Todo lo cual debe recitarse al ritmo de una monótona cantinela de mi invención o tramposa memoria que, por suerte, no tengo con qué grabar, si no, ¡¡¡ahhh!!, también les sacudía, vean)
(PS: al nene le fue bien con el examen).
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