La crónica señala que el ámbito era el aula de una facultad de periodismo. La crónica dice que un titular de cátedra se había tomado muy a pecho su papel y había dado una clase magistral, magistral por su género más que por sus méritos. El tipo habló una hora y media mientras el alumnado bostezaba y buscaba forma de acomodarse en los bancos.
Al terminar su sesuda alocución, juzgó llegado el momento de acabar con la comunicación de una sola vía, se cruzó de brazos, ahí donde estaba, de pie frente a su auditorio y dijo: "Ahora, debatan".
Los recursos para mandar a callar son muchos y variados y no siempre son los que un convencionalismo reflejo nos acostumbra a identificar.
El silencio de la sala fue formidable.
2 comentarios:
jajajajajajaaj
jajajajajajaa
jajajaajajajaj
es ud. un capo
Eso no sé, pero sí sé que usted es muy amable :)
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