Si lo que hacen osos y otras alimañas durante el invierno se conoce como "hibernar", ¿corresponde a las bestias perezosas del verano "estivar"? La respuesta andará por ahí, pero, ahora, perezoso, no he de indagar. Este blog entra en estado de estivación hasta que me den ganas. Un saludo, amables contertulios, que el solsticio de verano los agarre bien parados y hasta la vista.
6 comentarios:
Ah hijodemil.
Aquí esperamos.
Pablo, ¿qué será? hibernar provocará algo triste o algo liberador, no sé... la certeza que tengo es que extrañaré ver cómo suben las hormigas palabras por tu catedral y la sonrisa amable tuya que atisbo a miles y miles de kilómetros vía virtualidad. Sí.
otra vez!!!
ah, claro, si ya pasó un año.
Bueno, descanse y vuelva
El que espera, desespera, mi estimado. Ya nos estamos viendo.
Rain, la idea de hibernación no me despierta resonancias tristes: es la naturaleza de ciertas bestias, que deben cada tanto consumir su exceso de grasa para salir de vuelta (devuelta) más voraces y más ansiosas.
¿Vió, Fodor? Es que el tiempo vuela, fíjese. O es una ilusión, o es relativo. O no. Un abrazo...
La verdad que se hace difícil. Todas las noches me siento a terminar alguna de las 8 novelas que llevo escribiendo y no hay caso, termino recorriendo los blogs de viejos amigos y, cuando ya nadie me ve, le pego una relojeada al Clarín.
Un abrazo con Aire Acondicionado (va con mayúsculas)
Hola Jorge! Hoy refrescó un poco, por lo menos. Por acá sos bienvenido cuando quieras. Otro abrazo para vos..
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