10 septiembre, 2011

Falsarios filisteos!!!

Faulkner, escribiendo cuentos, es así: se pasa párrafos describiendo acciones más o menos triviales y morosas (un tipo que vuelve de la siega, caminando por el campo, subiendo y bajando colinas, olfateando las mujeres que le cruzan el paso, mirando el movimiento del sol y el lento y rural paso del tiempo) y cuando tu paladar de ritmo urbano está a  punto de decir "come on, William", te descerraja un tiro como este:

"El hombre puede falsificarlo todo salvo el silencio. Y en aquel silencio conoció el miedo".

Tomá pa' vos.

Se vuelve un buen momento para apagar la música, enfrentar el silencio y seguir leyendo.

05 septiembre, 2011

Moving backwards

O un nuevo aporte para la arqueocoverología


Una vez más, la cadena empieza más o menos por el final. Hace mucho, mucho tiempo, francamente, Luc usó esta canción en un post suyo que ahora no pude volver a encontrar:



Yo nunca fui un gran fan de Bowie. Me gusta, eso sí, un disco que sus fans y alguna crítica consideran menor, Outside, y, aún más y en su momento, la Tin Machine. Pero aquel día que Luc usó esta canción en su post, la cosa funcionó tan bien que ahí quedó alojada en mi memoria, una hermosa canción.

Y ahora, en estos tiempos de Youtube me vengo a enterar de que Bowie grabó este tema como homenaje a Nina Simone:



La voz de Nina es insondablemente blue. Suena tan escalofriantemente triste, tan sola, tan desamparada, que resulta verdaderamente difícil entender que todo haya partido de aquí:



Y esa es la parte interesante de la arqueocoverología: que es absolutamente incapaz de explicar cómo una canción tan fea como la de Johnny Mathis pudo convertirse en esto otro tan triste que Bowie y Nina trajeron a nuestros oídos.



[
Diggin' the Tube - otras versiones de Wild is the wind, ya para siempre marcadas por la tristeza de Nina:
la inimputable Barbra Streisand, tan irrenunciablemente hollywood;
Cat Power, toda darkie, ella, ella y un redundante piano solo;
y una chica y su contrabajo: Esperanza Spalding, Piazzolla sobrevolando, vagamente un tango.
Y hay más, claro.
]

02 septiembre, 2011

Introducción al análisis estructural de los relatos


“...el relato se burla de la buena y de la 
mala literatura... el relato está allí...”

Quién otro: Rolando Barthes, taxista.

Saliendo del cine, mi niño y yo.

-¿Viste que la historia del Linterna Verde este es la misma que la de Po?

-¿Qué? ¿Kung Fu Panda?

-Si. ¿No viste que a este también lo elige una fuerza del destino para luchar contra el mal?

-Ja. ¡Si, el marciano moribundo es como Oog Wei!

-Si, si. Y Sinestro es como Shifu.

-¡Si! ¡No cree que vaya a poder salvar a todos!

-Eso.

Mi pibe se queda pensando y yo lo dejo. Caminamos en silencio, no exagero si digo que un par de cuadras, lo cual es mucho para mi pequeño saltamontes. Entonces, habla:

-Linterna Verde tiene miedo, como Po, que le tiene miedo a Tai Lung.

-Es verdad. Y los dos superan el miedo.

Qué se lee es importante. Es la única manera de educar el paladar, en un ejercicio que de alguna manera es el camino para alcanzar mayor sofisticación, cosa que ahora no podría explicar por qué me parece valiosa. Qué se lee es importante. Pero para que eso no sea sólo un ejercicio esnob, es necesario algo más, determinante: cómo se lee.

Como sea, a mi me gustó mas Kung Fu Panda.